Diferencia entre revisiones de «Historia de la Bioética en Latinoamérica»
Línea 12: | Línea 12: | ||
* La creación de comités de ética asistencial o ética clínica, en el interior de los hospitales, que han difundido el interés por la [[Bioética]], su enseñanza, y son hoy día un instrumento "'''institucionalizado'''" al servicio de la calidad de atención en salud y de la humanización de la relación clínica, aún con todos los problemas que su puesta en marcha en nuestros países y sus actividades llevan consigo, dentro de sistemas de salud bastante burocráticos, rígidos y, en cierto modo, todavía autoritarios. | * La creación de comités de ética asistencial o ética clínica, en el interior de los hospitales, que han difundido el interés por la [[Bioética]], su enseñanza, y son hoy día un instrumento "'''institucionalizado'''" al servicio de la calidad de atención en salud y de la humanización de la relación clínica, aún con todos los problemas que su puesta en marcha en nuestros países y sus actividades llevan consigo, dentro de sistemas de salud bastante burocráticos, rígidos y, en cierto modo, todavía autoritarios. | ||
La situación de la sanidad, el enfoque de la relación médico-paciente fuertemente paternalista y también el enfoque social de la salud en la mayoría de los países de Latinoamérica contrastaba enormemente con la de Estados Unidos, y eso puede explicar el retraso y el peculiar enfoque inicial de la bioética en nuestra región. "''No sobra advertir que al hacer el ‘trasplante’ de la Bioética norteamericana -médica, principialista, utilitarista- a los países iberoamericanos no se tuvo en cuenta este contraste, desconocimiento que puede explicar las muchas dificultades que se experimentaron en esta primera etapa, para la aceptación, estudio y difusión de la Bioética en Iberoamérica. Más concretamente, trasplantar la Bioética norteamericana, ocupada en una biotecnología de avanzada e inspirada en una ética anglosajona, a estos países poco desarrollados tecnológicamente, y culturalmente influenciados por una moral heterónoma católica, con una tradición médica, hipocrática y paternalista, no podía menos de encontrar serias dificultades''" | La situación de la sanidad, el enfoque de la relación médico-paciente fuertemente paternalista y también el enfoque social de la salud en la mayoría de los países de Latinoamérica contrastaba enormemente con la de Estados Unidos, y eso puede explicar el retraso y el peculiar enfoque inicial de la bioética en nuestra región. "''No sobra advertir que al hacer el ‘trasplante’ de la Bioética norteamericana -médica, principialista, utilitarista- a los países iberoamericanos no se tuvo en cuenta este contraste, desconocimiento que puede explicar las muchas dificultades que se experimentaron en esta primera etapa, para la aceptación, estudio y difusión de la Bioética en Iberoamérica. Más concretamente, trasplantar la Bioética norteamericana, ocupada en una biotecnología de avanzada e inspirada en una ética anglosajona, a estos países poco desarrollados tecnológicamente, y culturalmente influenciados por una moral heterónoma católica, con una tradición médica, hipocrática y paternalista, no podía menos de encontrar serias dificultades''" <ref>{{cita publicación|apellido=Llano|nombre=Alfonso|título=La Bioética en América Latina y Colombia|publicación=Perspectivas de la Bioética en Iberoamerica|año=2007}}</ref> | ||
==Referencias== | ==Referencias== | ||
{{listaref}} | {{listaref}} |
Revisión del 22:21 5 jul 2013
En los años 80 y comienzos de los 90 comenzaba a enseñarse esta nueva disciplina, la Bioética, en algunas Universidades de Latinoamérica, después de su andadura inicial en el ámbito norteamericano y con un cierto retraso. Es el momento del "trasplante", en palabras de Alfonso Llano: "Argentina, primero, luego, en su orden, Colombia, Chile, México, Brasil y demás países latinoamericanos, trasplantaron la Bioética a Iberoamérica, sin atender a las diferencias de ‘tierras’ y sin preguntarse si dicha ‘planta’ ‘pegaría’ en países de tierras tan distintas, o si este ‘nuevo medicamento’ era apto para curar los males, tan diferentes, de estos pueblos" [1].
La nueva disciplina se presentaba con unas características propias, reflejo de la situación de la sociedad norteamericana de ese momento:
- La interdisciplinariedad: el diálogo entre las ciencias empíricas y las humanísticas.
- El debate ético en una sociedad plural, basado en la tolerancia.
- La elaboración de una teoría de fundamentación apoyada en unos principios claros y concretos.
- La aplicación efectiva de esos principios en el ámbito clínico, con dos aspectos prácticos importantes:
- Una metodología de análisis de casos clínicos que ayudaba efectivamente a los profesionales de la salud a la hora de resolver conflictos dilemas éticos en un mundo cada vez más conflictivo, de cambio de rol profesional y social, y de cambio de modelo de relación médico-paciente.
- La creación de comités de ética asistencial o ética clínica, en el interior de los hospitales, que han difundido el interés por la Bioética, su enseñanza, y son hoy día un instrumento "institucionalizado" al servicio de la calidad de atención en salud y de la humanización de la relación clínica, aún con todos los problemas que su puesta en marcha en nuestros países y sus actividades llevan consigo, dentro de sistemas de salud bastante burocráticos, rígidos y, en cierto modo, todavía autoritarios.
La situación de la sanidad, el enfoque de la relación médico-paciente fuertemente paternalista y también el enfoque social de la salud en la mayoría de los países de Latinoamérica contrastaba enormemente con la de Estados Unidos, y eso puede explicar el retraso y el peculiar enfoque inicial de la bioética en nuestra región. "No sobra advertir que al hacer el ‘trasplante’ de la Bioética norteamericana -médica, principialista, utilitarista- a los países iberoamericanos no se tuvo en cuenta este contraste, desconocimiento que puede explicar las muchas dificultades que se experimentaron en esta primera etapa, para la aceptación, estudio y difusión de la Bioética en Iberoamérica. Más concretamente, trasplantar la Bioética norteamericana, ocupada en una biotecnología de avanzada e inspirada en una ética anglosajona, a estos países poco desarrollados tecnológicamente, y culturalmente influenciados por una moral heterónoma católica, con una tradición médica, hipocrática y paternalista, no podía menos de encontrar serias dificultades" [2]