Diferencia entre revisiones de «Comités de ética»

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(Voz Comités de ética)
 
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== Bibliografía ==
== Bibliografía ==
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Revisión del 20:55 11 abr 2020

Motivos de su creación

Dependiendo de los lugares, reciben diversos nombres (Comité Asistencial de Ética, Comisión de Bioética, Comisión de Ética e Investigación Sanitaria, Comité Ético Hospitalario, Comité Institucional de Ética, etc.).

Para asumir la responsabilidad de respetar la integridad personal del paciente necesitado de ayuda y hacer frente a los problemas que se le plantean, cargados muchas veces de angustiosas disyuntivas, no basta al médico la simple intuición, ni las buenas intenciones, ni siquiera la adhesión a las costumbres de la Medicina local. Le hace falta el cultivo constante de la sensibilidad y de la ciencia ética, para identificar los problemas y buscarles soluciones racionales.

En ocasiones, el médico se encuentra solo y perplejo ante las constantes innovaciones y el creciente costo de los medios técnicos empleados en la práctica clínica. La aplicación de esos procedimientos plantea problemas éticos que han de ser afrontados con conocimientos y habilidad en el proceso de decisión ética. Para ayudar al médico, a otros profesionales sanitarios, a la sociedad y al paciente, en esas situaciones, han surgido los Comités Éticos. Desde su irrupción en la clínica, a mediados de los años 70, han ido adquiriendo una importancia y un desarrollo seguramente mayor que cualquier otra figura o institución de la ética profesional.

Definición

Se los puede describir diciendo que se trata de un grupo multidisciplinar de personas que, dentro de una institución sanitaria, ha sido específicamente establecido para aconsejar a los profesionales sanitarios en sus decisiones sobre las cuestiones éticas planteadas en el curso de la práctica clínica.

Funciones

Dentro de sus funciones fundamentales estarían aconsejar, educar y dar directrices. La función educativa es la más básica. Debrían servir:

  1. Primer lugar, para estudiar los problemas éticos relacionados con la clínica: para profundizar en ellos, y sistematizar los conocimientos que de esta forma se adquieren.

La función educativa puede ejercerse en tres niveles:

  • Hay una función educativa interna, que se dirige ante todo a los miembros del Comité, que se benefician adquiriendo conocimientos nuevos y desarrollando formas diferentes de enfocar los problemas. Para ello es necesario que cada uno estudie personalmente las cuestiones, y se esfuerce por conseguir una mayor sensibilidad hacia la ética de su profesión.
  • La función educativa externa, se dirige a la formación del resto del personal hospitalario. Esta se realiza mediante la difusión razonada de las decisiones del Comité. A través de la argumentación que el Comité hace pública para la resolución de los problemas, enseña al resto del personal sanitario a enfocar los temas éticos.
  • La función educadora del comité, que se podría llamar modélica ejemplar. Se realiza cuando las decisiones del comité sobrepasan las fronteras del ambiente hospitalario y alcanzan a otros hospitales o a la población en general. Se da cuando, ante problemas que están en el candelero en un determinado momento, un Comité ofrece una solución razonada que adquiere pronto resonancia fuera del hospital.

2. La segunda de las funciones importantes de los Comités, aunque históricamente es la primera -porque para eso surgieron-, es la función consultiva. Consiste en el estudio y resolución de casos concretos que se plantean en el centro hospitalario o en el distrito sanitario. El resultado final de la función consultiva, tras el estudio, es la emisión de un dictamen -que puede ser orientativo o decisivo, según la potestad del Comité- en el cual, de forma razonada, se da solución al caso planteado.

3. La tercera función ha despertado cierta animadversión hacia los Comités; se trata de la función normativa que consiste en la elaboración de criterios generales o modos básicos de enfrentarse a determinados problemas. Se aduce que no existen en realidad dos casos iguales, por lo que elaborar directrices generales a partir de un caso concreto resulta completamente inútil. Sin embargo, si se aplica ese argumento a otras ramas de la Medicina o de la Ciencia en general, como por ejemplo, la Patología, se llegaría a concluir que, como no hay dos enfermos iguales, es imposible sistematizar las enfermedades. Es un argumento puramente demagógico. Por eso, si bien no conviene que la función normativa de los Comités se desarrolle de forma incontrolada -generalizando y dando directrices para todo-, sí es importante que, de alguna manera, la realice en cierta medida, porque de ello se pueden derivar muchos bienes para los pacientes, y porque a partir de ella se va fraguando la identidad ética del hospital.

4. Otra de las funciones que un Comité cumple casi siempre en un hospital es la de servir de cuerpo consultivo para la junta directiva. Su misión, de esta forma, adquiere un relieve mayor que la simple aceptación de sus cometidos específicos.

Para que un Comité funcione, es indispensable que el personal del hospital -médicos y enfermeras- se halle sensibilizado respecto de las cuestiones éticas. Se trata de ir haciendo caer en la cuenta de que quizá no todo marcha correctamente en el servicio o en el hospital. A veces se llega tarde porque el ambiente hospitalario está tan maltrecho que se ha impuesto el sello de la indiferencia. Hay que hacer propaganda del Comité dentro del hospital a todos los niveles.

Existen preguntas claves sobre los Comités: ¿Cuál es el papel de un comité de estas características en el hospital moderno? ¿Cuál es la ventaja de su existencia en un centro hospitalario? ¿Qué le importa al personal del hospital lo que diga un Comité? La influencia del Comité dependerá del momento en que se encuentre, de las competencias que se le hayan atribuido, y de las personas que lo componen. Si las decisiones del comité tienen carácter vinculante, su influencia será inmediata, al menos para aquellos a quienes vaya dirigido el dictamen. Si por el contrario -que será lo normal-, las decisiones toman la forma de consejos razonados, su eficacia radicará en la claridad y fortaleza de sus razonamientos. Un consejo bien razonado puede adquirir mucha mayor autoridad moral que una decisión que obligatoriamente ha de cumplirse.

Influencia

La influencia que el comité pueda tener dependerá también de su modo de funcionar, de su régimen interno, así como de la vía y el modo por el que llegan a él las consultas. En lo que se refiere al régimen interno, el comité influye de diversas maneras y por distintas razones:

  • Por la ejemplaridad de sus miembros en el cumplimiento de la ética profesional
  • Por el esfuerzo personal de cada uno de ellos en adquirir una mayor sensibilidad ética
  • Por la agilidad de sus reuniones
  • Por la ponderación de sus dictámenes.

La máxima aspiración de los miembros auténticos de un comité debe ser, en lo ético, mejorar cada uno, y mejorar -con el propio esfuerzo y el ejemplo-, a través de todos los que forman parte de la comunidad hospitalaria, la atención de los pacientes.

Texto de referencia

  • Páramo de Santiago, Antonio (Mayo 2012). «Voz:Salud». Simón Vázquez, Carlos, ed. Nuevo Diccionario de Bióetica (2 edición) (Monte Carmelo). ISBN 978-84-8353-475-5.

Bibliografía

  • Polaino Lorente, Aquilino (1994). Manual de Bioética General. Madrid: Rialp. ISBN 84-321-3027-3. 
  • Tomas Garrido, Gloria María (2001). Manual de Bioética. Barcelona: Ariel. p. 480. ISBN 0123-3122 |isbn= incorrecto (ayuda). 
  • Espejo Arias, María Dolores; Castilla García, Aurelio (2001). Bioética en las Ciencias de la Salud. Granada: Asociación Alcalá. p. 575. ISBN 8495658119.