Catástrofe de talidomida
La talidomida, que fue desarrollada por la compañía farmacéutica alemana Grünenthal GmbH, es un fármaco que fue comercializado entre los años 1957 y 1963 como sedante y como calmante de las náuseas durante los tres primeros meses de embarazo (hiperemésis gravídica).
Como sedante tuvo un gran éxito popular ya que, en un principio, se creyó que no causaba casi ningún efecto secundario y, en caso de ingestión masiva, no resultaba letal. Este medicamento, producido por Grünenthal GmbH en Alemania, provocó miles de nacimientos de bebés afectados de focomelia, anomalía congénita que se caracterizaba por la carencia o excesiva cortedad de las extremidades.
Introducción
La talidomida afectaba a los fetos de dos maneras: bien que la madre tomara el medicamento directamente como sedante o calmante de náuseas o bien que fuera el padre quien lo tomase, ya que la talidomida afectaba al esperma transmitiendo los efectos nocivos desde el momento de la fecundación|concepción. Una vez comprobados los efectos teratogénesis|teratogénicos nocivos del medicamento (que provocaban malformación|malformaciones congénitas) descubiertos inicialmente por el doctor Widukind Lenz y su compañero de la Clínica Universitaria de Hamburgo, el español Claus Knapp,[1] este fue retirado con más o menos prisa en los países donde había sido comercializado bajo diferentes nombres. España fue de los últimos, pues lo retiró en 1963.[2]
Hechos
Las sentencias de Primera Instancia de 19 de noviembre de 2013 y de la Sentencia AP Madrid, de 13 de octubre de 2014 Audiencia Provincial de Madrid de 13 de octubre de 2014 han resuelto hasta ahora el caso conocido como la catástrofe de la talidomida o contergan.
En la década de los años 50 se realizaron en Alemania ensayos clínicos con el principio activo llamado talidoma que tenían como objetivo paliar (como sedante y calmante) ciertos síntomas del embarazo, sobre todo las náuseas y los mareos, pero no se adoptaron “las medidas exigibles a un productor de medicamentos cuidadoso y ordenado, cuestionando también su publicidad y el contenido del prospecto y el proceso experimental seguido antes de su puesta en el mercado” (Fundamento de Derecho Primero de la Sentencia de Primera Instancia).
El fármaco se empezó a distribuir en 1957 en casi todo el mundo pero fue retirado en 1961 porque se demostró que producía efectos teratogénicos manifestados en nacimientos de bebés afectados de focomelias, ausencia de extremidades y otras agenesias, entre otras patologías. En España se comercializó bajo distintos nombres (entre ellos talidomida) por varias empresas farmacéuticas y se acabó retirando, según la parte actora, en 1965 y, según la parte demandada, en 1962. En cualquier caso, se retiró después de producir los efectos antes indicados en no pocos niños y niñas.[3]
Un grupo de afectados fundaron en nuestro país la Asociación AVITE, que tiene por objeto, entre otros, la defensa de sus intereses recopilando documentación clínica de sus asociados, solicitando informes médicos y farmacológicos a técnicos especialistas, y celebrando reuniones y entrevistas con los poderes públicos y con GRÜGENTHAL PHARMA, S. A., filial española de la multinacional GRÜGENTHAL GmbH, empresa alemana que comercializó el fármaco.
En el año 2010 se publicó el RD 1006/2010, de 5 de agosto, que desarrolló la previsión efectuada por la Ley 26/2009, de 23 de diciembre, de Presupuestos Generales del Estado. Dicho RD determina el alcance, condiciones y procedimiento para el reconocimiento y concesión de ayudas abonadas de una sola vez a los afectados por la talidomida en España durante el período 1960-1965.
La demanda y las partes del procedimiento
Otros enlaces
- ↑ «El detective de la talidomida». El País. Consultado el 15 de agosto de 2018
- ↑ «Los hijos de la talidomida en Galicia siguen esperando una compensación» El Correo Gallego. Consultado el 15 de agosto de 2018.
- ↑ Salvador Coderch et al., Pablo (2014). «Daños tardíos». InDret. Consultado el 15 de agosto de 2018.