Relaciones prematrimoniales
Introducción[editar | editar código]
Con el término relaciones prematrimoniales[1] se describe el acto de donación sexual completa ejercida fuera del matrimonio. El Magisterio de la Iglesia considera este acto como gravemente desordenado ya que el acto sexual sólo debe tener lugar en el marco de la conyugalidad.
Es importante indicar desde el inicio que la reflexión sobre el amor conyugal desde un punto de vista personalista, ha subrayado claramente la intrínseca dimensión social del mismo. El amor humano llamado a adquirir caracteres de donación total y sin límites de tiempo, lleva en sí mismo el carácter social, sin el cual se convierte en una relación narcisista y cerrada.
La institución del matrimonio es la forma que asume el reconocimiento social del amor. El amor entre una mujer y un hombre se debe institucionalizar para no perder su auténtico sentido, pero además para asegurar su duración y consolidación en el tiempo. El matrimonio es el recinto en el cual el amor conyugal se desarrolla y crece.
El amor humano que acepta la institución matrimonial, lejos de empobrecerse, enfriarse o corromperse encuentra en el matrimonio su consistencia y seguridad. Viene así el amor conyugal tutelado por la promesa de fidelidad, por la firma de un pacto de amor de por vida.
Para el cristiano, la dimensión social del matrimonio tiene una importancia especial. El matrimonio es uno de los siete sacramentos de la Nueva Ley. El matrimonio es ante todo un encuentro con Cristo que ofrece al hombre y a la mujer su amor pascual y que les capacita para encarnar a modo humano, el amor de Jesucristo por su Iglesia.
La no aceptación de las relaciones sexuales antes del matrimonio encuentra en este marco apenas escrito su motivación profunda. Si es cierto que la sexualidad es y debería ser lenguaje del amor, entonces un gesto de donación desde un punto de vista sexual es legítimo cuando implica una donación total. Lo contrario, sería solamente un signo vacío y que no refleja la belleza singular de la donación humana. La ausencia del contexto matrimonial hace imposible la existencia de la donación completa y hace que el acto sexual pierda su auténtico valor y significado.
Sin el desarrollo de su dimensión social que tiene en la institución matrimonial su máxima expresión, la sexualidad tiene el riesgo de reducirse, de desintegrarse.
Contexto actual[editar | editar código]
Sin embargo, todo este planteamiento auténtico encuentra gran dificultad en ser comprendido y en ser vivido. Las sucesivas etapas culturales de nuestro tiempo han concluido que el ejercicio de la sexualidad solamente dentro del matrimonio no sólo es algo no practicable en nuestros días, sino que además es algo impensable (Caffarra). Luego estamos ante profundas heridas en la voluntad del hombre e igualmente en la razón humana. Solamente sanando éstas, es decir sanando al hombre fundamentalmente ante la educación auténtica al amor y a la virtud, podemos subjetivar la belleza intrínseca del acto sexual conyugal.
Los factores sociológicos diversos han contribuido en gran manera a esta forma de vivir y de pensar.
Si no vives como piensas, acabas pensando como vives (Antoine De Saint-Exupéry).
La sanación de la razón es uno de los elementos necesarios junto con la educación de la voluntad ante los inmutables factores ambientales que retrasan e impiden la alianza conyugal en nuestros días. Se deben por un lado superar numerosos obstáculos de carácter sociológico-educativos y superar el reduccionismo que ve la sexualidad como algo meramente privado y anómico.
Por ello precisamente, el gran desafío actual es superar esa visión privada de la sexualidad que no es tal desde el momento en que el hombre es un ser esencialmente social y relacional. La dimensión sexual se encuentra dentro de esta dinámica comunicativa y comunional del hombre y con una traducción intrínseca fuera del contexto privado.
Algunas soluciones[editar | editar código]
¿Cómo se podrá hacer este paso importante? Recuperando el significado social y público del matrimonio y la familia y demostrando su inserción saludable y positiva en el bienestar y progreso de la sociedad. Juntamente con ello, otro gran frente es indudablemente el de la educación sexual como camino de maduración y crecimiento personal. El autodominio personal que se consigue paulatinamente en el ejercicio de las virtudes, ayudaría a integrar la sexualidad en la vida personal. Ello implicaría la renuncia a las expresiones de instintos inmediatos y al desarrollo del encuentro con el otro en la dinámica y lógica del don.
Por último se trata de abordar la cuestión ya desde el noviazgo. En este sentido el Pontificio Consejo para la Familia está elaborando un Vademecum para la preparación al matrimonio donde ciertamente ésta es una cuestión importante. La convivencia pre-matrimonial es alta en aquellos que legítimamente desean acceder al sacramento del matrimonio, pero la fructuosidad del mismo se ve en muchas ocasiones comprometida, debido a la transitoriedad de unas relaciones que deberían rubricar la definitividad, la totalidad y la unidad. Es un argumento fundamental en el acompañamiento de los novios en su camino de maduración.
Es necesario que ese amor que va creciendo y que se prometen para siempre se encarne en el matrimonio que asegura la estabilidad y el compromiso del amor.
Una educación al amor adecuada, verdadero impulso espiritual en esta fase crucial de la futura vida matrimonial como es el noviazgo, es absolutamente necesaria. No solamente porque los estudios estadísticos confirman que una auténtica preparación al matrimonio y una educación al amor integral es salvoconducto de la futura estabilidad y plenitud matrimonial, sino porque la inmensa mayoría de las personas que reciben la vocación matrimonial tienen derecho a ser felices en su vida común.
La integración del eros en el ethos es basilar para construir un proyecto de vida que redunde en beneficios abundantes al matrimonio, a la familia, a la Iglesia y a la sociedad.
BIBLIOGRAFIA[editar | editar código]
- C. Caffarra, Etica general de la sexualidad, Ed. Internacionales Universitarias, Barcelona 1996
- D. Tettamanzi, Rapporti prematrimoniali e morale cristiana, Padova 1973
- X. Lacroix, Il corpo di carne. La dimensione etica, estetica e spirituale dell’amore, Bologna 1996
- P. Evdokimov, Sacramento dell’amore, Milano 2011
- J. José Pérez Soba- M. Magdic, L’amore principio di vita sociale, Cantagalli, Siena 2011
Notas[editar | editar código]
- ↑ Simón Vázquez, Carlos (Mayo 2012). «Voz: Relaciones Prematrimoniales». Simón Vázquez, Carlos, ed. Nuevo Diccionario De Bioética (2 edición) (Monte Carmelo).