Naprotecnología

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La Naprotecnología. Utiliza biomarcadores del sistema Creighton, para controlar de manera fácil y objetiva eventos hormonales durante el ciclo menstrual.[1]

La Naprotecnología, cuya traducción literal es “tecnología de la procreación natural”, es una nueva ciencia de la salud para la mujer, un enfoque médico basado en el cuidado de la fertilidad que permite el seguimiento y mantenimiento de la salud reproductiva y ginecológica de la mujer.

Se inició en Omaha, EE.UU en la década de los 80, en el Saint Paul VI Institute for the Study of Human Reproduction, gracias a los estudios del Dr. Thomas Hilgers, ginecólogo, y su equipo.

La Naprotecnología se apoya en los registros del Modelo Creighton desarrollado en el Instituto Pablo VI y consiste en una modificación estandarizada del modelo Billings.

Objetivos[editar | editar código]

  • Investiga y trata las causas subyacentes de la infertilidad, tanto en la mujer como en el hombre, para permitir la concepción en una relación sexual normal.
  • Identifica el problema, coopera con los ciclos ováricos y de fertilidad para corregir la patología.
  • Mantiene la ecología humana y el potencial procreador.
  • Proporciona tratamientos médicos y quirúrgicos que cooperan completamente con el sistema reproductivo.
  • Ayuda a la búsqueda del embarazo a través de la enseñanza con los indicadores de fertilidad en mujeres/parejas con patologías más o menos complejas sin suplantar una relación sexual normal.

Apuntes sobre NaProTECNOLOGÍA[editar | editar código]

Para Menárguez, la Naprotecnología va dirigida a todas las mujeres con regla, sea regular o irregular, desde la adolescencia hasta la menopausia, de ese modo, pueden hacer el registro de sus ciclos con el método Creighton, que se basa en las observaciones del patrón mucoso.

De forma personalizada se ofrece a cada miembro de la pareja un estudio de salud que incluye análisis clínicos, pruebas de imagen, laparoscopias… Con esta información, se llega a un diagnóstico sobre las causas de los problemas que están impidiendo la gestación. Lo que permite tratarlos, cuando tienen solución[2].

El método Creighton enseña y ayuda a los esposos a respetarse íntegramente, y a ejercer su responsabilidad en cuanto a su paternidad. Mejora su comunicación, ayuda a fortalecer el vínculo conyugal.

Es verdadera planificación familiar natural, y puede ser utilizado por los esposos tanto para espaciar temporalmente o indefinidamente los embarazos o para conseguir conocer el momento en el que es más seguro obtener un embarazo.

Aplicaciones de NaProTECNOLOGÍA[editar | editar código]

1. Mantenimiento de la Salud Ginecológica y Reproductiva de la mujer[editar | editar código]

En caso de detectar con CrMS anormalidades en la salud ginecológica y reproductiva, la Napro permite realizar un diagnóstico y un tratamiento.

Las enfermedades que causan infertilidad tienen un efecto "doble". No solo obstaculizan el funcionamiento de la fertilidad, también causan problemas de salud a corto y largo plazo.[1]

Ha demostrado gran eficacia en el tratamiento de:

  • Ciclos irregulares.
  • Dolores menstruales.
  • Sangrados anómalos.
  • Reglas demasiado abundantes.
  • Síndrome premenstrual.
  • Desarreglos hormonales.
  • Endometriosis.
  • Anovulación.

2. Infertilidad[editar | editar código]

Los objetivos de NaProTECHNOLOGÍA en infertilidad son los siguientes:

  • Evaluación y diagnóstico las causas subyacentes de la anormalidad reproductiva.
  • Tratamiento de estas causas subyacentes.
  • Ayuda a la pareja a lograr el embarazo con los actos naturales de procreación.

Eficacia del sistema[editar | editar código]

La eficacia del Sistema Modelo Creighton ha sido ampliamente estudiada. Siendo el resultado de una metaanálisis publicada en el Journal of Reproductive Medicine

Recoge los datos de estudios realizados en 5 centros:

  • Omaha.
  • St Louis.
  • Witchita.
  • Houston.
  • Milwaukee entre los años 1980 y 1994

En el estudio se incluyeron 1,876 parejas.

Efectividad de CrMS para EVITAR el embarazo en parejas de Fertilidad NORMAL[editar | editar código]

Según publica la OMS, en contraposición al 96.8% de efectividad de uso para evitar el embarazo del CrMS, el porcentaje de efectividad de uso del preservativo masculino para evitar el embarazo es del 85%.[1]

Efectividad del Método= Capacidad del método de conseguir el efecto deseado en condiciones idóneas. El resultado fue: 99.5.

La efectividad del método para evitar el embarazo en el 12o mes ordinal era de 98.7 a 99.8 (con el compuesto de cinco estudios 99.5).

Efectividad de uso= Capacidad del método de conseguir el efecto deseado, teniendo en consideración el uso real por las parejas. El resultado fue: 36.8.

La efectividad del uso para evitar el embarazo durante el mismo período de tiempo varió de 94.6 a 97.9 y se mostró que mejoraba continuamente durante los 14 años de los estudios (el compuesto de cinco estudios fue de 96.8) tal y cómo se refleja en el siguiente gráfico

Efectividad de CrMS para LOGRAR el embarazo en parejas de Fertilidad NORMAL[editar | editar código]

El 76% de las parejas con fertilidad normal que buscaban embarazo, lo consiguió con el CrMS en el primer ciclo, el 90% en el tercer ciclo y el 98% en el 6o ciclo.

Efectividad de CrMS para LOGRAR el embarazo en parejas con INFERTILIDAD[editar | editar código]

  • Entre un 20- 40% de las parejas con infertilidad consiguieron un embarazo sólo con el uso de CrMS, aplicando tratamiento de NaProTECNOLOGÍA, médico y/o quirúrgico en función de cada caso.
  • Un 80% de las parejas lograron el deseado embarazo.

Estas cifras son realmente alentadoras teniendo en consideración que los métodos de ART, no superan el 40% de éxito de embarazo y que además, tal y como se ha visto, las técnicas empleadas en ART tienen consecuencias negativas para la salud de los bebés.

Otras voces[editar | editar código]

Páginas de referencia[editar | editar código]

Notas[editar | editar código]

  1. 1,0 1,1 1,2 Fernández, Yolanda. Efectos secundarios de las técnicas de reproducción asistida La naprotecnología como alternativa. UCAM online university. 
  2. Menárguez, Micaela (22 enero 2020). «Conocer la fertilidad: una historia de progresos». Aceprensa. Consultado el 21 enero 2020.