Medio ambiente
El Medio Ambiente es el conjunto de componentes físicos, químicos, y biológicos, de las personas o de la sociedad en su conjunto.
Comprende el conjunto de valores naturales, sociales y culturales existentes en un lugar y en un momento determinado, que influyen en la vida del ser humano y en las generaciones futuras. Es decir, no se trata solo del espacio en el que se desarrolla la vida, sino que también comprende seres vivos, objetos, agua, suelo, aire y las relaciones entre ellos, así como elementos tan intangibles como la cultura[1]
Bioética y medio ambiente[editar | editar código]
La interacción de la sociedad humana con la biosfera suscita problemas y cuestiones que solo hasta la actualidad empiezan a cobrar un grave significado. Pese a que el tema ambiental ya fuese introducido como problema desde hace varias década, puede decirse que hoy (primeras décadas del siglo XX) su importancia es particular. En realidad, hoy son más sobresalientes los factores implicados y sus efectos de mayores repercusiones que en otras épocas, todo lo cual hace que su presencia condicione en múltiples direcciones las relaciones entre el hombre y la biosfera, y que en material de responsabilidad quede mucho por decir.[2]
La Bioética, en relación con el medio ambiente, se inscribe con una aspiración en concreto: establecer la eticidad de las relaciones del hombre con la naturaleza, es decir, de terminar no que la preservación del ambiente sea un deber y una necesidad -lo cual ya ha sido formulado y suficientemente reiterado por otras disciplinas-, sino establecer un campo de reflexión sobre las relaciones del hombre, como especie y como grupo, en relación con la biosfera, de modo que se investiguen no solo los mecanismos de preservación del ambiente, sino también la legitimidad ética de los mismos, dentro de una filosofía de la naturaleza que justifique el lugar del hombre y el sentido de su acción sobre sí mismo y el ecosistema[2].
Hay propuestas que desarrollan una Bioética del Medio Ambiente, un planteo ético de la calidad de vida en el planeta, una ética y un patriotismo planetario que colocara a la nave tierra en el rumbo correcto, tal la relación armónica entre seres humanos y naturaleza. Se hacía imperioso, entonces, cambiar el clásico concepto de hombre contra la naturaleza por hombre en o con la naturaleza, una forma nueva de consideración de la sociedad humana[3].
A finales del siglo XX, la última década, se potencian espacios académicos[4] para generar un ambiente de reflexión para el desarrollo posterior de una ecología humana en íntima relación con el concepto de salud, y en la que se incluía al final un axiograma referente a Bioética y Medio Ambiente[5]. La presente crisis medioambiental refleja el fracaso de los métodos tradicionales para desarrollar una visión cosistente y adecuada de la relación humana con la naturaleza. Los esfuerzos para rectificar los problemas ambientales son meros sustitutos, sustituibles, a menos que cambien los puntos de vista sobre lo que somos nosotros mismos y la realidad de la existencia, basada en la naturaleza[6].
En estos espacios académicos, las posturas clásicas para una consideración de la naturaleza en relación con el ser humano han sido tres[7]:
1) El hombre como ser independiente de la naturaleza: en este concepto, existe el convencimiento de que la naturaleza debe ser conquistada a toda costa. Representaría la visión prometeica del medio ambiente, que establece que el hombre se halla en el planeta para dominarlo, para crear cultura y, a través de ella, manipular a la naturaleza para sus propósitos, modelando y transformando lo que es apetecible para el hombre. Si existiera algún límite para la explotación de los recursos a su alcance, ello no era establecido por la propia voluntad del ser humano, sino porque la naturaleza tenía la capacidad de defenderse ante un curso anormal que pusiera en peligro su estabilidad.
2) EI hombre es parte de la naturaleza o está en ella: para esta postura, el hombre no es el único que puede reclamar para si la posesión de todo el mundo abiótico y biótico, ya que solamente constituye una criatura más a pesar de su alto grado de diferenciación, especificidad y cultura, lo que para el criterio anterior presuponía la existencia de privilegios. Dos puntos de vista pueden ser analizados desde esta perspectiva, uno secular y otro religioso. El primero postula una unidad del hombre con la naturaleza y así como el ser humano merece consideración y respeto, la naturaleza también tiene un valor en si misma que debe ser tenido en cuenta. El criterio religioso establece que la naturaleza debe ser contemplada como una parte de la creación de Dios que debe ser protegida y los hombres no seríamos mas que administradores. De tal manera, el hombre no es el amo de la naturaleza, sino que ésta le ha sido concedida para ejercer sobre ella una recta y justa administración. De esta manera, todos los integrantes de este mundo pasan a tener una categoría de autonomía espiritual.
3) EI concepto teleológico de la naturaleza: esta postura propone interesantes puntos de vista al tratamiento del problema. El primero de ellos es que no tiene razonabilidad un crecimiento ilimitado de algunos sistemas en un mundo que es naturalmente finito y ello lleva a la conclusión de que, si bien necesitamos para nuestra supervivencia usar parte de la naturaleza, ella a su vez necesita de ciertos controles a la vez que proporciona directrices para efectuar esas correcciones. La finalidad no es, entonces, ni subyugar a la naturaleza como en el primer concepto, ni vivir con ella de modo inarmónico como propone la segunda. La propuesta teleológica establece que los seres humanos deben crear sus propias normas éticas, pero que la naturaleza puede proporcionar las guías para desarrollar una buena vida moral con y en el medio que nos rodea.
El concepto fundamental de esta última postura sería hay un propósito y una lógica que se deben encontrar en la naturaleza. Y ello resulta sumamente valioso en un mundo finito que se enfrenta a la ambición del crecimiento ilimitado. Si bien para nuestra supervivencia necesitamos utilizar parte de la naturaleza, ella a su vez requiere controles determinados a la vez que proporciona directrices para poder efectuar racionalmente esas correcciones. La relación entre bioética, ecología y salud humana parte del reconocimiento de que el medio ambiente se halla íntimamente asociado con los problemas de índole social, cultural, económico y político que condicionan modos de vivir y de enfermar "humanamente". El agotamiento de los recursos naturales, la presencia del agujero de ozono, el empobrecimiento progresivo de los suelos, el decaimiento de los cultivos, la lluvia ácida y otros tantos problemas cotidianos que afectan la salud humana, son algunos de los graves efectos negativos que ya forman parte de los actuales tratados de medicina. Parten del reconocimiento de que lo que se llama "vida", constituye un sistema de interdependencias dinámicas entre la materia viva organizada y el medio ambiente, un sistema ecológico abierto en el que se intercambia materia y energía, a través de una serie de cadenas metabólicas alimentadas desde el exterior.
Notas[editar | editar código]
- ↑ Johnson, D. L.; Ambrose, S. H.; Bassett, T. J.; Bowen, M. L.; Crummey, D. E.; Isaacson, J. S.; Johnson, D. N.; Lamb, P.; Saul, M.; Winter-Nelson, A. E. (1997). «Meanings of Environmental Terms». Journal of Environmental Quality 26 (3): 581-589. doi:10.2134/jeq1997.00472425002600030002x. Consultado el 13 diciembre 2019.
- ↑ 2,0 2,1 Sarmiento Medina, Pedro José (2001). «Bioética y medio ambiente: introducción a la problemática bioético-ambiental y sus perspectivas.». Persona y Bioética (13-14): 6-35. ISSN 2027-5382. Consultado el 13 diciembre 2019.
- ↑ Pérez de Nucci, A. «Bioética y Medio Ambiente. El gran desafío del siglo XXI». Cuadernos de Bioética 2000/2.
- ↑ Pérez De Nucci, A. «Bioética y Medio Ambiente: un planteo ético de la calidad de vida.». Primeras Jornadas Parlamentarias de Política Ambiental y Desarrollo Sustentable, Tucumán, Argentina,Mayo de 1992.
- ↑ Pérez De Nucci, A. «Bioética Themática.». Ediciones Universidad Católica de Santiago del Estero,Argentina, capítulo "Humanidades Médicas: el "que", el "porqué"y el "para que", páginas 17 y ss.
- ↑ Koslovsky, D. «An ecological an evolucionary ethic.». Englewood Cliffs, Prentice Hall, 1974.
- ↑ Pérez De Nucci, A. «La Urgencia de la Ecología.Relato efectuado en el Foro de Parlamentarios.». Congreso Internacional de Medicina Social, Guadalajara, Méjico, Abril de 1994.